1.7.08

Nosotros los hermanos lejanos y el nuevo impuesto por llamar por teléfono a la tierra lejana

Dr. José J. Morales
Canadá

Estoy escribiendo desde Canadá. A este país vine como refugiado hace muchos años. Al principio la vida aquí en Canadá no fue fácil. Después de ser un cirujano en El Salvador mi primer empleo en Canadá fue de distribuir periódicos en la ciudad de Edmonton, en la provincia de Alberta.

Los primeros zapatos de invierno que tuve fueron unos zapatos usados que me regalaron en una casa de ayuda a los refugiados. Después tuve que aprender inglés por un año para luego ingresar a hacer un Phd en la Universidad de Alberta. En ese tiempo solo ganaba muy poco para sostener a mi familia. Luego me incorporé como médico y ahora soy otra vez cirujano general aquí en Canadá.

En los primeros años no podía ayudar a mi familia en la patria lejana.

Hace quince años comencé a ayudarle a mi familia. Mi Madre, mis hermanos, sobrinas y sobrinos.

Mandé ayuda para varios proyectos de inversión. La mayoría de proyectos fracasaron porque no hubo en la patria lejana las condiciones socioeconómicas para el desarrollo exitoso de pequeñas empresas.

El primer proyecto fue con mi hermano mayor. Invertimos para una empresa de venta de aparatos electrodomésticos. Esta empresa fracasó porque la humilde gente que compraba no pudo terminar de pagar los créditos. Esto se hizo peor después de uno de los terremotos que dejó a la gente en la quiebra total.

El segundo proyecto fue para fábrica en pequeño de camisas y otras prendas de vestir.

Lo mismo pasó, el proyecto fracasó porque no pudimos competir con los precios de las empresas capitalistas mayores que tanto protege el señor Presidente Saca.

Siempre mando ayuda a mi madre y para algunas situaciones de emergencia en la familia. Pagos de hospitales privados cuando la familia se enferma, etc.

He mencionado parte de mi vida aquí en Canadá para que vean que no ha sido fácil el poder ayudar a nuestros familiares. Pero, lo seguimos hacienda porque lo miramos como un deber ayudar.

El señor Presidente Saca ahora anuncia un impuesto contra nosotros los hermanos lejanos. El impuesto será cobrado cada vez que nosotros le hablemos por teléfono a nuestras familias y amigos lejanos. Me parece que esto es un abuso de autoridad de parte del señor Saca. Esto es también una muestra de la incompetencia del Presidente Saca y Arena para solventar los problemas de la patria lejana.

Nosotros ayudamos a nuestros familiares con gusto y con honor solidario, pero no estamos de acuerdo que un gobierno que no resuelve nada nos imponga impuestos que son ofensivos y abusivos. Estamos conscientes que con lo que mandamos en remesas ayuda a medio mantener a flote al país a pesar de la incapacidad de los gobiernos de ARENA de invertir en desarrollo social.
Estamos conscientes de la enormes inversiones que el gobierno de ARENA hace en propaganda pagada a los medios de comunicación en el país. Señor Presidente Saca invierta ese dinero para la propaganda arenera en proyectos de desarrollo social. No nos ponga impuestos a nosotros los hermanos lejanos. No nos limite la posibilidad de continuar llamando por teléfono a nuestros familiares lejanos.

Nosotros los hermanos lejanos hemos estado pidiendo que se nos otorgue el voto para elecciones de la tierra lejana. Usted Señor presidente nunca ha hecho nada para que se nos otorgue ese derecho de elegir presidentes y diputados. Usted señor Presidente Saca solo nos necesita para quitarnos los dineros que no es fácil para nosotros ganar en estos lugares lejanos.

Le digo a nuestros hermanos en El Salvador que a pesar de dificultades siempre mandaremos nuestra ayuda, pero que no aceptamos impuestos se ninguna naturaleza del gobierno incapaz y corrupto el señor Saca y ARENA. Por favor hermanos, denuncien ese impuesto a las llamadas telefónicas.

http://www.diariocolatino.com/es/20080701/opiniones/56478/

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