11.1.08

La Corte Suprema de los intereses

Nuestro comentario
Radio YSUCA
09/01/08

La semana pasada, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia declaró que no existe inconstitucionalidad en el nombramiento de Julio Moreno Niños, del PCN, como magistrado del Tribunal Supremo Electoral.

Con este veredicto la Corte cierra un punto de discusión contra lospartidos políticos y reabre de nueva cuenta la lista de atentados contra la institucionalidad vigente en el país.

Tras las elecciones presidenciales de 2004, el PCN no obtuvo los votos válidos para seguir existiendo, por lo cual no aseguró su derecho a obtener un magistrado en el Tribunal Supremo Electoral.

Por su lado, Cambio Democrático y el Partido Demócrata Cristiano, tras formular una coalición y obtener más votos que el PCN, se ganaron el derecho a nombrar un magistrado. Sin embargo, el PCN impuso a su candidato.

Luego de demandas interpuestas por el FMLN y el Cambio Democrático, la Corte resolvió a favor del ahora magistrado Niños, cuyo partido carece de la representación legítima para nombrar a este tipo defuncionarios.

El respaldo legal que han obtenido Niños y el PCN envía a la población el mensaje de que los partidos políticos pueden hacer su voluntad ymanejar a su antojo instituciones que deben regirse bajo una absoluta independencia de intereses partidarios o sectoriales.

Con esta medida ARENA obtiene de nueva cuenta su habitual respaldo y esta vez revestido de formalidad al contar con el PCN dentro del máximo órgano electoral.

Es lamentable que en el país siga habiendo funcionarios al servicio de los partidos políticos, quienes mueven a su antojo los arreglos institucionales y los mandatos de la ley.

Ya mucho se ha insistido sobre la urgencia de sanear el Tribunal Supremo Electoral de los intereses partidistas y en su lugar conformar un cuerpo técnico, calificado, eficiente y respetuoso de la institucionalidad.

De manera obvia, este organismo debe carecer de vínculos partidistas formales. Si esta configuración no se logra, es preciso, al menos, crear un contrapeso ciudadano, capaz de ejercer un férreo control sobre los partidos políticos y que supervise los procesos y temas electorales.

Sólo con este tipo de cambios, El Salvador podrá salir del estancamiento en el cual se encuentra y gracias al cual los partidos políticos obtienen el poder suficiente, para adueñarse de cargos públicos y con ello debilitar el frágil camino del país hacia lademocracia.

Sin duda, la Corte Suprema de Justicia tiene la mayor responsabilidad de que estos atropellos continúen en el país, y no sólo para beneficio de partidos políticos, sino de empresas como TACA.

En días recientes, también la Corte demostró cómo su mandato y actuación responden a los intereses de ciertos grupos empresariales.

A solicitud de TACA, la Corte resolvió prohibir la operación de un vuelo directo Panamá-El Salvador, de la compañía COPA Airlines, suspendido desde 2005.

El argumento de TACA era que este vuelo afectaba sus intereses comerciales y, por tanto, solicitó un amparo de garantías constitucionales, argumentando que se le negó su derecho de audiencia, debido a un desfase en la publicación de tal diligencia, un argumento débil.

La decisión de la Corte, a favor de TACA, demuestra cómo aquellos grupos económicos vinculados al partido ARENA, logran beneficiarse de instituciones nada independientes, faltas de ética, corruptas e irrespetuosas de la institucionalidad misma.

Tal vínculo se hace evidente cuando en un reciente evento de TACA, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Agustín García Calderón, aparecía como invitado de honor, para inaugurar las nuevas instalaciones de esta empresa.

Mientras el señor presidente de la Corte disfruta de eventos sociales con aquellos que manipulan a su antojo la institución que este preside, es decir, mientras los vínculos entre funcionarios y empresarios persistan, la verdadera justicia seguirá descansando en la Corte Suprema del sueño.

Ya va siendo hora de que la justicia despierte de la pesadilla en la que los partidos, grupos económicos y funcionarios corruptos, la han atrapado.

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