El presidente de Bolivia, Evo Morales, solicitó este martes a los 34 países de la Organización de Estados Americanos (OEA) y a su secretario general, el chileno José Miguel Insulza, que impida "por dignidad" la instalación de bases militares de cualquier país de fuera de la región en América Latina.
"Yo quiero pedir al señor Insulza, secretario general de la OEA, y a todos los representantes de los países a defender la dignidad de los latinoamericanos, de toda América no permitir ninguna base militar en Latinoamérica", instó Morales en un acto en la localidad de Puerto Villarroel, ubicado a 255 kilómetros del departamento Cochabamba, al centro de Bolivia.
Morales recordó que es deber de la OEA, al igual que la Organización de Naciones Unidas (ONU), defender la dignidad de cada uno de sus países miembros.
Al referirse específicamente a su país, Evo Morales relató que cuando él era dirigente cocalero, los militares y policías bolivianos reprimían con gases y disparos las manifestaciones del pueblo, bajo el comando de militares estadounidenses.
Por ello, afirmó que los sembradores de coca cochabambinos tienen toda la moral y la ética para rechazar la presencia de bases militares de Estados Unidos en Bolivia, porque "fueron víctimas" de ellos.
Dijo que esta experiencia lo había llevado a proponer a la Asamblea Constituyente, que incluyera en la nueva Carta Política, aprobada en diciembre pasado, la prohibición del establecimiento de bases militares de cualquier país en suelo boliviano, lo que ha "molestado" a algunos países.
El presidente boliviano también subrayó que su advertencia sobre la posible instalación de bases militares extranjeras no puede ser considerada una "intromisión" en asuntos de otros países, sino "una orientación" a los pueblos, pues éste es un tema continental.
De la misma forma, sostuvo que el problema causa preocupación en todo el mundo, y recordó que cuando visitó en 2007 Nigeria, se percató de que ese país, pese a tener más recursos naturales que Bolivia, está sumido en la pobreza por la presencia de los agentes externos que controlan sus reservas petroleras.
"Seguramente me dirán mañana que hago intromisión a Nigeria, pero mi obligación es debatir y orientar ante la injusticia y la desigualdad obligados a batallar todos", apuntó Morales.
Con esta declaración, Evo Morales se refirió al fuerte roce diplomático que tuvo hace un par de semanas con su homólogo de Perú, el conservador Alan García, quien en tono grosero, lo acusó de entremetido por su llamado al pueblo peruano a que se opusiera a la presencia de una base militar que Estados Unidos tenía la intención de asentar en Perú.
Esto fue inmediatamente negado por Perú, que desmintió que albergarán alguna base estadounidense y además llamó a consultas a su embajador en La Paz, Fernando Rojas.
Sin embargo, una de las consignas de la huelga nacional de trabajadores convocada este miércoles en Perú, es precisamente el rechazo a la presencia militar estadounidense y a la instalación del recinto militar, que Lima niega.
Incluso García llegó a acusar a Morales de impulsar esta protesta.
El martes, según reportó la estatal peruana agencia Andina, el ministro de Relaciones Exteriores del Perú, José Antonio García Belaunde, informó que recibió una llamada de su homólogo boliviano, David Choquehuanca, quien le expresó la voluntad de su Gobierno de recomponer las relaciones entre ambos países y superar los incidentes recientes.
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