Por Manuel E. Yepe
"El discurso que pronunció en esa Cumbre (Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, Santiago de Chile, noviembre 2007) el presidente de El Salvador provoca nauseas", escribió el Presidente cubano Fidel Castro quien, aunque no participó en el encuentro por convalecer de una serie de operaciones quirúrgicas, ha seguido los acontecimientos más señalados de Cuba y el mundo, formulando sus criterios acerca de algunos de ellos en la prensa de su país.
Los cubanos recuerdan cuando, en el curso de la X Cumbre Iberoamericana en noviembre de 2000, el presidente salvadoreño de entonces, Francisco Flores, pretendiendo desempeñar el papel de vocero de los ausentes estadounidenses (no son hispanoamericanos), protagonizó una cómica escenita discrepante ante el presidente cubano, de la que, por cierto, salió muy mal parado.
La oligarquía salvadoreña, probablemente la más sólida pero más dependiente de Estados Unidos en Centroamérica, sufre una crisis nerviosa porque la situación interna en su país parece anunciar la inminencia de infestación por la epidemia patriótica e independentista que contamina a Latinoamérica.
La sumisión abarca aspectos tan afrentosos como la interdicción de mantener vínculos diplomáticos con Cuba o el compromiso de ausentarse a la votación en la ONU contra el bloqueo a Cuba como singular excepción en el continente. Ello, no obstante tratarse El Salvador de una nación con un parlamento y múltiples fuerzas sociales que mantienen vínculos solidarios, tan firmes como respetuosos, con la isla caribeña.
"En El Salvador ha nacido la esperanza", anunció el 11 de noviembre de 2007 el periodista Mauricio Funes, al ser proclamado candidato a la presidencia por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) en las elecciones que tendrán lugar en 2009, en vibrante discurso de tres cuartos de hora ante más de setenta mil entusiastas seguidores de esa formación política de la izquierda salvadoreña que rebasaron con mucho la capacidad del estadio Cuscatlán.
El destacado periodista convertido en candidato efemelenista a la Presidencia, dio a conocer los ejes temáticos fundamentales de su futuro gobierno, del que será Vicepresidente el ex comandante guerrillero, dirigente magisterial y profesor Salvador Sánchez Cerén, actual jefe del grupo parlamentario del FMLN, quien era conocido como Leonel González cuando integraba el comando general de la guerrilla.
La fórmula presidencial Funes-Cerén tuvo unánime aprobación de los cerca de 600 delegados en la Convención Nacional Ordinaria del FMLN, según Medardo González, su Coordinador General.
En su emotiva alocución, Funes lanzó duras críticas al gobierno del presidente Elías Antonio Saca y a la formación derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) que gobierna El Salvador desde hace 18 años y "nada ha hecho por mejorar las condiciones de vida de los salvadoreños."
Funes prometió cambiar el modelo económico impuesto por la derecha en El Salvador "que sólo beneficia a unos cuantos" y sacar, con la intervención del Estado, a los salvadoreños de la pobreza y lograr mayor igualdad social"
Dijo que promoverá "una legislación que evite que los monopolios y oligopolios abusen de su posición dominante en el mercado".
Se pronunció por una política fiscal integral que permita al Estado disponer de recursos suficientes para aumentar la inversión social y combatir la evasión, el contrabando y la corrupción.
Aseguró que su gobierno promoverá y respetará la inversión privada nacional y extranjera que respete las leyes laborales y fiscales del país.
Enfatizó que en su gobierno "acabará con los privilegios, tráficos de influencia, compadrazgos y abusos de poder", así como reiteró que, "como Presidente de la República, no será títere de nadie".
Aclaró que, cuando llegue a la presidencia, mantendrá relaciones económicas, comerciales y políticas con los Estados Unidos, pero renunciará al servilismo que ha caracterizado a los gobiernos de ARENA en sus relaciones con el país norteamericano. "Pondremos punto final al envío de tropas a Irak", garantizó.
Aseguró que desarrollará las relaciones con Venezuela, de igual forma que lo hará con Estados Unidos", declaró Funes.
Anunció que El Salvador mantendrá y reforzara las relaciones con otros países y regiones del mundo, en especial con América Latina y Europa.
Adelantó que abrirá las relaciones comerciales, económicas y políticas con China y Cuba.
Mientras el gobierno del presidente Saca basa su estrategia en l a concertación de todos los sectores conservadores para impedir avances y victorias de los sectores populares y de la gente más humilde, la izquierda y las fuerzas sociales y políticas progresistas y democráticas del país impulsan un esfuerzo unitario que va mas lejos que a lograr la salida de ARENA del poder, busca desarrollar un proyecto alternativo contra la pobreza, la exclusión social y las desigualdades.
Apenas habían transcurrido algunas horas de la proclamación de la candidatura efemelenista, el presidente de la República, Antonio Saca declaró:
"Un virtual triunfo del Frente Farabundo Martí (FMLN) en las elecciones presidenciales de 2009 traerá graves problemas al país. La relación con Estados Unidos se vería prácticamente arruinada con un gobierno anti Estados Unidos como es el que va a encabezar el FMLN, en el caso de que llegase a ganar".
Según reiteró Saca, El Salvador debe mantener "un Gobierno que tenga una buena amistad con Estados Unidos", lo que denuncia un orden de prioridades y subordinación que nada bueno pronostica para la próxima Cumbre Hispanoamericana que se pretende efectuar justamente en Salvador.
Sin dudas, un pensamiento nauseabundo, nada emparentado con los tiempos de independencia y antiimperialismo que corren hoy por Latinoamérica y que, por supuesto, soplan también, y con mucha fuerza, en El Salvador.
Noviembre de 2007
15.11.07
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